Después del punto de inflexión que supuso ‘Los vengadores’ (2012) en la línea de filmes de la franquicia Marvel y el éxito que supuso a nivel comercial, era obvio que continuaríamos marcando fechas en el calendario para seguir viendo este mega-serial de superhéroes con más secuelas y continuaciones. Por supuesto para culminar en el segundo capítulo del famoso “all-stars” que esta vez se subtitulará ‘La era de Ultrón’.
Reconozco tenía mis reservas con ver este filme después de ese arranque bastante discreto y decepcionante que supuso ‘Capitán America: El primer vengador’ (2012). Un filme torpemente realizado por Joe Johnston (‘Jurassic Park III’) y con una historia desangelada, cine de aventuras sin nervio ni personalidad.
Sin embargo consideré darle una segunda oportunidad porque Capitán América siempre ha sido uno de los personajes más profundos dentro del Universo Marvel (sobretodo en la actualidad). Lo cierto es que, a pesar que tiene sus defectos, podemos decir que este ‘Capitán América: Soldado de Invierno’ es una película plausible y más acorde con la idiosincrasia del héroe que la protagoniza.
Un superhéroe entre conspiraciones y tramas de espionaje
Dirigen esta vez Anthony y Joe Russo (‘Bienvenidos a Colinwood’) con más acierto que su antecesor, aunque para ser sinceros, las virtudes del filme van más encaminadas hacia un libreto. Un guión que pretende mezclar la sobriedad y solidez de etapa del cómic más celebrada (2006-2009) con Ed Brubaker como guionista y el cine de acción, político/conspiratorio y de espías más propio de las novelas de Tom Clancy (‘La caza del Octubre Rojo’), (‘Juego de Patriotas’).
En esta secuela, Steve Rogers, todavía sigue en proceso de adaptación a un mundo moderno que le supera y que no acaba de comprender. Es curioso porque resulta una metáfora de lo que sucede con su intérprete, Chris Evans.
El actor da mucho más el perfil y está mucho más cómodo bajo la elástica de Capitán América que bajo la piel de ser humano, donde se le ven todas las carencias como actor. Aún así el personaje avanza respecto a la primera parte y aunque destaca más como héroe de acción, nos deja claro que sus principios, su integridad y su deber están por encima de todo.
El héroe está bien secundado
Sin embargo la fortuna del actor protagonista es de estar rodeado de un buen reparto: Scarlett Johansson muy consolidada ya en el papel de Viuda Negra, y pese a la nula química con Evans, sale bien parada y sabe lucir su personaje cuando toca, sobretodo tratándose de un filme que toca el género de espionaje.
También Samuel L. Jackson en la piel de Nick Furia tiene su cuota de pantalla, y no sólo para repetir el papel de carismático líder en la sombra de la organización S.H.I.E.L.D. sino de darle un contrapeso moral a la historia y figura del Rogers. Se agradece la presencia de un veterano como Robert Redford que da empaque a un personaje como Alexander Pierce, una pieza tan necesaria en la cinta como previsible en su rol.
Por otro lado otros secundarios como Halcón (Anthony McKie), como típico colega simpático y fiel del protagonista o el mismísimo Soldado de Invierno (Sebastian Stan) están bastante desaprovechados. Sobretodo este último, que aunque protagoniza varias de las mejores secuencias del filme y posee un aire enigmático, no es hasta el clímax (y cuando se desvela su identidad secreta) cuando se muestra como un antagonista interesante.
Para lo bueno y lo malo, es cine 100% Marvel
La historia transcurre con lo mejor y lo peor de las pelis Marvel: la acción está cada vez mejor coreografiada y es más espectacular, combates de artes marciales, persecuciones, explosiones, “el Capi” con su escudo dando a diestro y siniestro… no falta de nada. Lástima que la realización no esté a la altura de las circunstancias, porque no acabamos de disfrutar (o entender) algunas de estas grandes secuencias (y son muchas).
En lo que refiere a la parte más volcada a intriga y trama política, pese a que a nivel de ritmo se mantiene bien y logra equilibrar la película de un modo eficaz, los giros de guión y las situaciones sorpresa se reducen a la mínima expresión (sobretodo para conocedores del Universo Marvel).
Por suerte o por desgracia se está convirtiendo en tónica general, pues esta línea de filmes tiene una guía de estilo y argumental muy clara, que por una parte nos deja cine de entretenimiento con mayúsculas, pero sin embargo con muy poco sello, impersonal.
La segunda fase Marvel es más sólida
Finalmente señalar que ‘Capitán América: El Soldado de Invierno’, vale la pena visionarla no sólo si eres fan de los cómics o estás enganchado al serial de filmes de Marvel. Sino porque la cinta maneja temas interesantes y de relativa actualidad, sobretodo en referencia a la política estadounidense y por ende occidental, como el concepto de seguridad ciudadana. ¿Vale todo para protegerse de una amenaza enemiga?¿Hasta perder libertades y derechos fundamentales? ¿Podemos fiarnos de quienes nos defienden?
Incluso nos deja sobre la mesa esa idea tan vigente, que el enemigo más peligroso es el que tiene más poder y puede que esté más cerca de lo que pensamos, desde luego no viste mallas, ni tiene poderes, al contrario…suele llevar traje y maletín.
Mi Puntuación: 6,5
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Entretenida y lo que más me ha sorprendido es lo malo que es Robert Redford… Ah, y hay que esperar hasta el último segundo de la película porque más de uno perdió las dos últimas secuencias.