La llegada de Spidey en el Universo Cinematográfico Marvel (UCM) se culminó hace un par de años con ‘Spider-man: Homecoming’ una entretenida cinta acción y aventuras que apostaba por la comedia y con un tono más bien juvenil. Con un protagonista sensiblemente distinto a su semejante en los cómics, sin ir más lejos, el rol de “padrino” de Peter Parker, lo recogía el carismático Tony Stark en lugar del sempiterno buenazo tío Ben.
‘Lejos de casa’ sigue apostando por la misma línea; Humor y diversión enfocada a un público muy concreto -los que tienen la misma edad que el personaje-. En el filme, el héroe arácnido no sólo tiene que intentar salvar al mundo de una gran amenaza, sino también lidiar con la responsabilidad de ser el sucesor de Iron Man, cuando ni siquiera ha superado su pérdida.
La historia transcurre ocho meses después de los acontecimientos sucedidos en ‘Vengadores: Endgame’. Peter Parker (Tom Holland) necesita tomarse un descanso de ser Spider-man. Sólo quiere irse de vacaciones por Europa con sus amigos y aprovechar para declarar su amor por MJ (Zendaya). Lamentablemente, el viaje se tuerce cuando aparecen los “elementales” y Peter es reclutado por Nick Fury (Samuel L. Jackson) para luchar contra estas criaturas junto a Quentin Beck (Jake Gyllenhaal), un héroe aparentemente llegado de otra dimensión.
El héroe se toma un “breve” descanso por Europa
Si en ‘Homecoming’ un joven e inexperto Peter Parker ambicionaba inconscientemente con un compromiso mayor del que le correspondía, tras sufrir la lucha contra Thanos en primera línea de combate con los vengadores e incluso morir en el intento… en este filme, vemos a nuestro abnegado protagonista aferrarse fuertemente a su adolescencia, al fin y al cabo, y aunque todo el mundo espera un nuevo gran salvador, Pete ni siquiera es un adulto.
El realizador Jon Watts pretende oscilar entre la comedia romántica adolescente y la cinta de aventuras. No obstante, el primer de segmento del filme se decanta completamente por el humor más juvenil. Y es precisamente aquí donde la cinta flojea más a nivel de ritmo narrativo, cuando el peso de la trama se reparte entre Pete y las apariciones de los secundarios Ned, Betty, MJ, Flash, Brad, el Sr. Harrignton, el Sr. Bell… los compañeros y profesores de clase del protagonista, vamos.
¿Porqué flaquea tanto en este punto? Por que el argumento se convierte en una sucesión de gags estúpidos y escenas que nos recuerdan a los momentos más vergonzantes de ‘Thor: Ragnarok’ siendo más propias de las típicas películas americanas de instituto tipo ‘Las ventajas de ser un marginado’ o ‘Rumores y mentiras’, pero sin ni siquiera llegar a su nivel.
La historia coge fuerza en cuanto empiezan las emociones fuertes
Afortunadamente pronto aparece la acción y el superhéroe se verá obligado a actuar. Poder contemplar a Spider-man balanceando su red entre los canales de Venecia, las calles de Berlín o a través la ciudad vieja de Praga es un gustazo. Y además luciendo todo tipo de trajes, -desde el clásico chándal hasta el Spider-man noir, pasándo por el Iron Spider- todo un soplo de aire fresco que antaño sólo podíamos disfrutar en los “One-Shot” veraniegos en formato papel, y es que esta película se acerca mucho a ese tono estival y desenfadado.
Es a partir de entonces, y con la aparición de personajes como Nick Fury -que como en ‘Capitana Marvel’ sigue empeñado en ejercer de alivio cómico-, el ayudante Happy Hogan o el propio Quentin Beck cuando la película se va enderezando hasta lograr cierto equilibrio.
Incluso la trama de Peter Parker se va haciendo cada vez más sólida, comprobando claramente como el personaje empieza a curtirse, madurar y sentir cada vez más el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Es precisamente en estas escenas, en la pugna con todas las contrariedades emocionales y en su vínculo paterno-filial con el simpaticón de Happy, cuando Tom Holland nos ofrece sus mejores momentos en la piel del personaje.
La relación con MJ, fundamental en cualquier historia de Spider-man
Además, también se empieza a construir la esperada relación con MJ. Una MJ muy distinta al huracán pelirrojo del cómic, pero que visto lo visto, tiene una cabida adecuada en este universo. La química entre Holland y Zendaya es visible, mucho más que el cuentagotas visto en el anterior filme donde apenas se dejaba ver como una compañera “Geek” más que mostraba cierto interés por las “idas y venidas” del protagonista.
El éxito de estas secuencias “de enredo”, con la eterna problemática de Peter de salvaguardar su identidad secreta mientras pretende “conquistar” a MJ son claves para el sostenimiento del filme ya que el espectador necesita sentir cierta complicidad, y para ello, tiene que ver algo más allá que un superhéroe codeándose con otros seres tan poderosos como él planeando cómo salvar al mundo.
‘Lejos de casa’ no sólo pone en consideración a esos aliados lamiéndose las heridas por la desaparición del líder Tony Stark/Iron Man, sino que pone el foco en toda esa gente indefensa que no tiene las capacidades para enfrentarse a grandes amenazas y el porqué merecen ser salvados.
Misterio, un villano que mejora a su homólogo en papel
La entrada del personaje de Misterio en el segundo acto también resulta un acierto para conseguir un “in-crescendo” narrativo hasta el clímax en Londres. Este villano en los cómics de Marvel nunca ha tenido la enjundia de gran amenaza para el trepamuros -incluso en ocasiones resultaba esperpéntico con esa especie de cabeza de pecera-.
No obstante, en esta versión cinematográfica, su origen es más convincente y en su dicotomía (héroe o villano) radica su virtud. Los enemigos más letales para Spider-man suelen ser aquellos que acceden a la vida personal de Parker, y Misterio, lo consigue. El talento de Jake Gyllenhaal hace el resto.
Así pues, los enfrentamientos entre héroe y villano no decepcionan, esa amalgama de ilusiones, alucinaciones y ensoñaciones que crea Misterio son de lo mejor a nivel de efectos especiales de toda la serie de películas de Spider-man. Lástima que como en ‘Homecoming’ veamos unas batallas donde se apuesta más el componente “tecnológico”, ya sea en formato gafas ultra-modernas con I.A incorporada u hordas de amenazantes drones voladores, que por la propia pericia de Peter por resolver los conflictos desde su inferioridad y torpeza como héroe novicio.
Conclusiones finales
Se nota que ‘Lejos de casa’ no está rodada con el mismo mimo que ‘Homecoming’. No sabemos si esto se debe a las limitaciones presupuestarias por parte de Sony o a las prisas de calendario de la propia Marvel Studios, pero lo cierto es que la película adolece en muchos momentos de dirección apresurada y fallos de ritmo. Aún y así, el acto final deja buen sabor de boca siendo lo más destacable de un filme que cumple lo mínimo que se espera en una película de Marvel: un pasatiempo ligero para una tarde de verano.
PD: Las escenas post-créditos no sólo son importantes dentro de la trama, sino que probablemente sean las más impactantes de toda la historia del universo cinematográfico Marvel.
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Mmmm. A mi entender el Misterio de los cómics tenía más enjundia que éste. El personaje más o menos era el mismo, un tipo sin poderes que creaba ilusiones para parecer poderoso pero… en la película todo el peso de lo que puede hacer son hologramas y drones. Punto. En los cómics utilizaba químicos para afectar por ejemplo la capacidad de spiderman de crear telarañas. Y eran precisamente esos químicos los que le hacían llevar esa absurda pecera en la cabeza, para protegerse (lo cual al final no lo salva de enfermar de tropecientos cánceres). Conclusión: es en la película donde la pecera es más ridícula. En el cómic tenía su razón de ser.