Para toda aquella generación que nos educamos con el universo de ‘La guerra de las galaxias’ supuso toda una decepción el auto-mancillamiento que realizó a su propia criatura, George Lucas, con las precuelas. Una trilogía muy lejos del encanto y la filosofía original: Repleta de personajes sin carisma, escenas mal escritas y un abuso casi insultante de unos efectos visuales que a día de hoy, han envejecido mal.
De todo ello era consciente Disney y Abrams al aceptar el reto de revitalizar la franquicia más exitosa del séptimo arte. El creador de ‘Lost’ (avalado por el éxito de ‘Super 8’ y de relanzar la saga ‘Star Trek’) se puso al timón de esta gigantesca nave con poco margen de maniobra. Sabiendo de antemano que el nuevo episodio va a ser un negocio asegurado, los fans de ‘Star Wars’ no se iban a conformar esta vez con cualquier cosa.
Volviendo a los orígenes
El realizador de Nueva York fue un niño enamorado de la trilogía clásica y tenía muy claro en su cabeza la película que quería. La clave era volver a la esencia y unir los elementos que consiguieron conquistar y emocionar al público hace casi 40 años. Para ello Disney apostó sobre seguro contando con la ayuda en el guión de toda una leyenda como Lawrence Kasdan (que ya trabajó en su momento en los libretos del Episodio V y VI).
‘El despertar de fuerza’ está hecha cuidando con mimo cada detalle y usando el libro de estilo de LucasFilm. Desde el primer hasta el último fotograma del metraje Episodio VII es un punto de partida al igual que fue el Episodio IV: ‘Una nueva esperanza’. De ahí que ambos filmes guarden bastantes similitudes. No es baladí pues, ese aroma de “deja-vú” que desprende la trama, y al igual que en otras producciones pueda resultar molesto, en ésta película, funciona. Y es que, no lo neguemos, estamos ante una secuela con un disfraz de ‘reboot’ (reinicio).
Una delicia audiovisual, como antaño
En referencia a algunos apartados técnicos y de producción, no podemos obviar decir… ¡Qué delicia poder volver a contemplar tantos bellos parajes naturales en la saga! y aunque prácticamente todas las tomas están retocadas, resultan agradables y verosímiles para el espectador. Al igual que los diseños de los alienígenas, otra demostración de buen gusto al integrar con eficacia efectos digitales y maquillaje, una apuesta por una producción más artesanal. Pero cómo siempre, en este aspecto, no nos podemos olvidar de Ben Burtt, encargado de los efectos de sonido y el maestro John Williams que nos vuelve a regalar los oídos con unas piezas musicales magníficas marca de la casa.
A nivel narrativo, el creador de ‘Alias’ juega con la idea del tiempo cíclico durante todo el metraje, “toda historia se repite” pero con diferentes protagonistas. Un concepto de relevo generacional muy hábil e inteligente que en parte nace con el objetivo de sumar a los veteranos fans de la saga, una nueva audiencia más joven que pueden sentirse más identificados con Rey, Finn, Poe o incluso el mismo Kylo Ren.
Los nuevos valores de la galaxia
De los rostros novedosos para la saga, destaca por encima de todos el interpretado por Daisy Ridley: Rey, esa especie de chatarrera espacial que nos recuerda al adolescente Luke Skywalker de Tatooine. Tanto ella como Finn (John Boyega), el ex-soldado ‘Stormtrooper’ o Poe Dameron (Oscar Isaac), el experimentado piloto de la alianza, (de los que esperamos más desarrollo en los siguientes episodios…) se postulan como los abanderados de ésta nueva generación de héroes que toman relevo sin acomplejarse ante los Han Solo, Leia y co.
¿Y qué papel tienen los veteranos? Pues los viejos rockeros están muy presentes en la cinta. Tanto Leia como Luke tienen un papel escaso pero fundamental en la trama. Pero sobre todo contamos con la presencia de Han Solo y Chewbacca, que ofrecen un contrapunto magnífico a los nuevos valores en escena. Personajes que podían haber caído en la degradación de convertirse en meros secundarios cómicos, y aunque el humor no les falta, se descubren como un nexo de unión entre generaciones, como prueba la relación directa de Han con uno de los antagonistas.
Harrison Ford vuelve a ser el mejor Solo. Aunque se le ve en algunos pasajes de vuelta de todo, recupera el lado canalla y santurrón del personaje más carismático de toda la saga, con permiso de Darth Vader, claro.
Enemigos: ¿A la altura de las circunstancias?
Y hablando de villanos, en Episodio VII aparece “La primera orden”: los resquicios del imperio del temible Darth Sidious, armados con una base espacial llamada Starkiller y con un ejército comandado por dos Sith, el líder supremo Snoke (Un “gigantesco” ser hecho con CGI e interpretado por Andy Serkis) y Kylo Ren.
Éste último, a pesar de toda la controversia que ha generado, resulta de lo más interesante ya que poco a poco vamos descubriendo que no estamos ante un enemigo temible de manual, sin matiz alguno. En el momento que se descubre su identidad (la decisión más arriesgada de toda la cinta) se humaniza por completo y nos encontramos un ser que lejos de intimidar, está cargado de ambigüedades, con capacidad para evolucionar y con el que por lo tanto, podemos llegar a empatizar.
Recuperando sensaciones perdidas
Abrams nos coloca todas estas piezas sobre el tablero y las deja fluir. De acuerdo que no ha arriesgado demasiado (no faltarán las batallas de naves, el poder de la fuerza, pistolas láser, droides y duelos de sables de luz) y quizás haya abusado del factor nostalgia en exceso para conquistar a un sector del público más veterano y desencantado. Pero también es cierto que ha conseguido dejar su huella y ha perfeccionado algunos aspectos donde George Lucas desafinaba más en su tríptico clásico: la dirección de actores y el factor emocional.
En definitiva, volver a la franquicia ‘Star Wars’ no era fácil, puesto que estamos ante un mega-producto que mueve océanos de opinión y por lo tanto condenado la crítica. Pero en Disney han sido lo suficientemente hábiles para salir del paso con un resultado notable, ofreciendo una space-ópera de perfil clásico repleta de aventuras y con una carga equilibrada de secuencias de acción, drama y comedia, para volver a contarnos la historia que hemos visto una y otra vez, pero que el fondo (y en la forma) nos encanta, la eterna lucha del bien contra el mal.
Lo mejor:
- El estilo visual, muy cercano al clasicismo de las primeras entregas.
- La personalidad que destilan de los personajes míticos de la saga.
- El mensaje sobre el relevo generacional y el regreso del misticismo a la saga.
- Digan lo que digan: Kylo Ren.
Lo peor:
- De los nuevos héroes sólo destaca Rey.
- El filme resulta tan similar al Episodio IV, que puede ser previsible en alguna de sus secuencias.
- Algunas “licencias” y errores de continuidad que pueden desesperar a los más puristas.
- Snoke, nos recuerda demasiado a las criaturas animadas aparecidas en las precuelas.
Después de haber digerido el empacho que produce verla dos veces (la primera no pude disfrutarla en mi mejor estado) comparto algunos aspectos de vuestra crítica y otros no tanto.
Sin ser un seguidor purista de la trilogía clásica ni tampoco un detractor radical de la trilogía de pre-cuelas he de alabar aspectos de este episodio VII y dar algún que otro palo (o palazo).
Empiezo por los palos (OJO SPOILERS):
– Un palito que debo dar tiene que ver con el fantástico Kylo Ren. En mi opinión, su unión con cierto personaje de la trilogía clásica se desvela demasiado pronto y de una forma anti-dramática/gratuita por parte de Snoke. Me pregunto si no hubiese estado mejor desvelarlo en esa brillante escena final en el puente que todos recordaremos para siempre. De todas formas seguro que si hubiese sido así muchos detractores acusarían de repetición con las clásicas.
– Un palo ahora más duro. Otra estrella de la muerte… y otra vez construida con mano de obra barata que deja un punto débil… en fin, con lo grande y variada que es “la galaxia muy lejana” creo que podrían haber tomado otra decisión, aunque esta me parece más propia de Disney que del equipo de guionistas.
– Un palo fuerte y que a mi especialmente me indigna. Lo que tiene que ver con Luke y R2-D2. Empieza la película y me dicen que Luke ha desaparecido y que su hermana Leia le está buscando. Pienso “que original, no me lo esperaba, tienen toda mi atención”. Realmente creía que la película iba a ir de la búsqueda de Luke, pero no, sencillamente sirve de excusa para juntar de nuevo a la vieja tropa con los nuevos personajes. Y cuando el film parece estar ya acabándose se acuerdan de nuevo de lo de Luke y resulta ahora que el bueno de R2-D2, que estaba en modo de reserva de energía, despierta y completa el mapa de BB8 en un Deus ex machina como pocos he visto. No solo eso, además que Leia tan desesperada que estaba por encontrar a Luke, una vez con la localización de su hermano, ni si quiera va ella a buscarle…
– Maz Kanata. Ni el personaje me gusta, ni su cantina, ni se explica porque tiene el sable que Luke perdió, junto con su mano derecha, enfrentándose a su padre. Se convierte en un sucedáneo de Obi-Wan/Yoda que no se a quién convence, al menos a mí no.
– Sin contar con Kylo Ren, los villanos son bastante flojos. La capitana Phasma es un desastre y una decepción (espero que la recuperen en los siguientes episodios), Snoke no resulta una amenaza y el dirigente de las “juventudes hitlerianas” a veces resulta ridículo con su sobreactuación (aunque su pique con Kylo Ren es todo un acierto).
Pese a todos estos palos que le doy al film me parecido una gran película de aventuras. Coincido con vosotros que Kylo Ren es una pasada de villano y que todavía le queda mucho recorrido en la nueva trilogía, o al menos eso me parece. Es un villano con claros y oscuros, con una personalidad propia e impone muchísimo cuando lleva su casco puesto. La crítica que más he oído hacía este personaje es que es feo… (???)
Rey es una maravilla a nivel interpretativo y su presencia en la pantalla te absorbe. Finn está gracioso y cumple con su cometido satisfactoriamente. Poe Dameron me encantó con su descaro y su sentido del liderazgo a pesar de lo poco que sale en la película.
Posiblemente si metemos a este episodio VII dentro de toda la saga pierde puntos por los achaques de “deja vu” y por dar muy pocas explicaciones a melones que va abriendo. Es diametralmente lo opuesto a las precuelas de Lucas, que fueron mucha explicación pero nula emoción.
¡Gracias por tu extensa opinión, Alberto! Lo cierto es que es bastante complementaria a nuestra crítica en muchos puntos, también creemos que algunas de las “lagunas” narrativas se esclarecerán en el Episodio VIII y sino, aquí estaremos para comentarlo.