Existen determinadas películas que son difíciles de calificar, filmes que con el paso del tiempo són considerados “de culto” por lo arriesgado de la propuesta o por su vocación natal de rareza o experimento para la gran pantalla, ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ entra de lleno en esta categoría, ya que después de su visionado uno se pregunta… ¿Qué demonios he visto?.
La respuesta analizándolo en profundidad (y después de un buen proceso de digestión cinematográfica) está en el punto de partida, la colisión intelectual de dos jóvenes talentos nacidos en la década de los 70, como Bryan Lee O’Malley (1979), el autor canadiense del cómic-book homónimo (convertido en todo un fenómeno de masas, teniendo en cuenta que se trata de una de las novelas gráficas más vendidas en la presente década) y el realizador británico Edgar Wright (1974), autor de las magníficas e hilarantes ‘Zombies Party’, ‘Arma Fatal’ sin olvidarnos de ‘Spaced’, serie sitcom surrealista que contaba con un estilo vanguardista, muy en la linea de la estética de este último filme.
Sin embargo la cinta no sólo se limita a ser una simple adaptación de cómic, ya que en su profundidad hay un universo de lo más extenso, ofreciendo referencias a diferentes niveles como la música, el cine, la informática y los videojuegos abarcando toda una generación de cultura “freak and geek”. Es precisamente en el terreno de los videojuegos (en especial los ochenteros) donde recaen más homenajes y donde más destaca la película (para bien y para mal). Hablemos de la historia.
La trama gira en torno a Scott Pilgrim (Michael Cera) un joven canadiense de 23 años y bajista del grupo “Sex Bom-omb” que tiene como noble objetivo conquistar a la chica de sus sueños Ramona V. Flowers (Mary Elizabeth Winstead). Sin embargo para conquistarla, deberá primero luchar contra su maldición, que no es otra que pelear (y vencer) contra sus siete malvadas ex-parejas, para poder así ganar su corazón.
Así que uniéndonos al espíritu innovador y experimental del film, continuaremos la opinión como un análisis de videojuego a la antigua usanza, puntuando por separado sus diferentes atributos.
Argumento: La historia empieza desde la premisa más simple como es la conquista del amor soñado, y se acaba enredando en el terreno de lo inverosímil por momentos, aunque eso no quiere decir que no funcione. La comedia, el romance y la acción se entremezclan a partes iguales de manera original, fresca y divertida, sin embargo al final los sucesivos combates con los terribles ex–novi@s se imponen y se adueña del film la estructura rígida de un videojuego clásico, algo seguramente premeditado pero que hace que el espectador desconecte por momentos de la trama romántica, y aunque pretende ofrecernos un final moralizador y metafórico, lo cierto es que hay que hacer esfuerzos para que resulte creíble y sobretodo convincente. Mi puntuación: 5,5
Interpretaciones: Se produce un curioso caso en esta cinta y es que los actores secundarios brillan por encima de los principales: Anna Kendrick como la hermana pequeña de Scott, Ellen Wong como su ex-novia china, Brandon Routh como uno de los siniestros ex-novios de Ramona y en especial Kieran Culkin como el compañero de piso gay, le dan mucha vida al universo de Scott Pilgrim, sin embargo, tanto Michael Cera haciendo del propio Scott como Mary Elisabeth Winstead interpretando a Ramona, a pesar de tener papeles jugosos, se quedan simplemente en correctos, dejando aparte la química entre ellos, porque teóricamente al principio del relato es nula.
Por lo general estos jóvenes actúan de una manera que es difícil identificarse con ellos, pero tiene que ver también con el lenguaje de comunicación abrumador de la novela gráfica, que se representa de manera más que fiel en esta película. Mi puntuación 6
Dirección y Aspecto Visual: Sin duda lo más destacable del film, Edgar Wright refleja a la perfección el mundo de Scott Pilgrim, acompañado de una magnífica fotografía de las calles nevadas de Toronto. El realizador lleva con solvencia y la vez un estilo desenfadado e irreverente todo tipo situaciones, en especial las difíciles y divertidas secuencias de lucha, en las que nos impresiona con una integración excelente del CGI, dándole aspecto de videojuego de lucha al más puro estilo ‘Street Fighter’, además de un original e inteligente uso constante del grafismo en comunión con el sonido (vemos las onomatopeyas cuando suena un teléfono, cuando toca bajo Scott, ante la infinidad de golpes en las peleas…) que recuerdan al espectador que estamos ante una adaptación comiquera muy especial. Mi puntuación 8
Aspectos Sonoros: La música es un elemento muy presente en el film, no sólo porque el protagonista toque en un grupo (¡los increibles Sex Bob-Omb!), que nos deleitan con diferentes actuaciones sino porque incluso algunos combates són literalmente musicales, enfrentando a solistas o incluso diferentes bandas. Y es que su realizador utiliza las peleas del mismo modo que los números musicales dentro del propio género musical. Grupos canadienses han aportado sus temas al film como Broken Social Scene o Metric, además de Dan the Automator, Cornellius y Beck (estos últimos poniendo la música de los Sex Bob-Omb). Mi puntuación 6,5
Entretenimiento: La cinta tiene un gran acierto, su montaje. Sin la labor de Jonathan Amos y Paul Machliss en la sala de edición, este film hubiera sido cuanto menos insoportable. El ritmo que le imprimen sobretodo en su primer tercio es asombroso y consiguen darle al relato la agilidad que necesita, consiguiendo transmitir el espíritu desenfadado y simpático del comic-book original. Sin embargo su mayor defecto es que la fidelidad extrema a dicha obra compromete el conjunto, debido a que cuando comienzan los combates, la película comienza a decaer peligrosamente, y se aboca sin remedio cuando comete el pecado de repetirse una y otra vez sin contarnos nada nuevo. Además en ningún momento tememos por la integridad del protagonista, que ante la anarquía visual, (en las peleas todo vale) siempre estamos convencidos que Scott se las ingeniará de cualquier manera para vencer. De este modo llegamos a un clímax demasiado tardío y atropellado, incluso por momentos aburrido. Mi puntuación 5,5
Conclusión: Es agradable que filmes como este lleguen a la cartelera, no exentos de valor, y capaces de romper con las normas y tópicos del cine convencional. Y hay que reconocer la labor detrás de las cámaras de Edgar Wright que transmite sus ganas y entusiasmo a la hora de aportar cosas diferentes a nivel narrativo y visual. El film tiene mucho lenguaje poético y más mensaje del que parece, sin embargo no acaba de llegar porque está envuelto en una gran capa de estética y superficialidad. ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ no es plato de buen gusto para todos, por lo que o conectas con ella o ella te desconecta por completo, entre otras cosas porque está centrada a un “target” muy determinado y de ahí no sale, y le quita gracia el no entender las múltiples referencias y guiños a toda una generación X.
Mi Puntuación final: 6,5
Lo mejor:
- Como experimento, muy atrevido, es lo más cercano a un videojuego visto en pantalla.
- Su fidelidad a la obra original de Bryan Lee O’Malley y la fuerza que imprime tras las cámaras de Edgar Wright, uno de los cineastas jóvenes, más prometedores de esta generación (ayudado por sus excelentes montadores).
- La labor de la mayoría de sus actores secundarios como Kieran Culkin, Anna Kendrick o Brandon Routh.
Lo peor:
- Su larga duración, con un último tercio pesado e interminable (20 minutos menos le hubieran sentado genial).
- Que se venda como una película independiente, cuando ha costado más de 60 millones de dólares (sin contar publicidad), y que difícilmente conseguirá recuperar.
Enhorabuena por la crítica, está muy bien argumentada y es bastante completa. Eso sí, yo le hubiese dado un poco más de puntuación a algunos aspectos de los que has reseñado (el guión, pese a no ser nada del otro mundo, creo que merece algo más que un aprobado raspadete).