A raíz del post anterior, sobre la necesidad de evolución del cine y sus medios de difusión, hemos reflexionado sobre la cantidad de productos cinematográficos que no han llegado a ver la luz debido a la estrechez de mercado y la restricción, hasta cierto punto comprensible, de los exhibidores, que han mirado más en pos del negocio que por la propagación cultural del mismo.
Gracias en gran medida a la revolución digital, expresada por los nuevos canales de distribución, y el auge de las redes sociales como vehículo de resonancia publicitaria, la balanza se está equilibrando y podemos descubrir que el mundo del cine (y por extensión el audiovisual) es más rico de lo que pensábamos y descubrir auténticos tesoros totalmente desconocidos.
Este es el caso de filmEs como ‘Harris Haare’. Este documental musical es un cóctel donde se mezclan la devoción, la suerte, el empeño, la pasión al cine, y un ejemplo de cómo una película sin productora, ni subvenciones, ni distribuidor llega a estrenarse en el ámbito cinematográfico profesional. Una oda sobre los sueños, sobre los grandes objetivos que nos proponemos y dotan de sentido y emoción a la vida. Pero también es una película sobre el esfuerzo y la ilusión reencontrada, sobre el camino que hay que emprender para poder alcanzarlos.
¿Qué es Harris Haare?
‘Harris Haare’ (El pelo de Harris) es el nombre de una banda austriaca de música formada por cinco jóvenes que comparten un sueño: llegar a ser músicos profesionales. Poco después de formarse como grupo descubren que cada vez que tocan juntos la música fluye de manera espontánea, mágica, y entusiasman a todo aquel que se acerca a verles actuar. En poco tiempo se hacen un nombre en su ciudad y deciden ir un paso más allá: se proponen hacer una gira europea.
Una vez se deciden a dar el paso compran una furgoneta en una subasta por Ebay y la reforman hasta convertirla en una vivienda sobre ruedas con la que recorrer la geografía europea. A continuación, abandonan sus trabajos y unen el poco dinero que tienen ahorrado para poder costearse la gira. Lo hacen sin conciertos contratados, dejándose llevar por el espíritu de aventura. Así, los chicos emprenden el viaje con el corazón repleto de ilusión, pero las cosas no resultarán tan fáciles como parecían.
Una bella locura hecha sin subvenciones
‘Harris Haare’ ha sido un proyecto construido sobre las coincidencias, si es que éstas existen, y el amor por el cine. Si no ¿cómo iban a acabar dos amigos españoles haciendo un documental sobre una banda de funk-rock austriaca apenas conocida más allá de sus fronteras y sin más medios que una videocámara y un micrófono?
Miguel Ángel Tavera (co-director) conoció a Harris Haare paseando por las calles de Barcelona. En menos de un año, ya estaba rodando un documental sobre la banda en Austria junto a Javier Córcoles (co-director), sin más presupuesto que el dinero en metálico que llevaban en sus carteras (poco abultadas, por cierto). Llegaron sin saber muy bien qué iban a hacer (¿un reportaje, la filmación de actuaciones en concierto, un documental?) y volvieron atesorando una de las experiencias más intensas de sus vidas.
De vuelta a España, entre los dos montaron un documental sin saber hablar en alemán, el idioma en el que está grabada la película y acabaron de costear su presupuesto gracias a una serie de ayudas que llegaban caídas del cielo: apoyos económicos (y morales) de familiares y amigos, cobros inesperados que ya daban por perdidos, afortunados encuentros con nuevos amigos que se entusiasmaban con el proyecto. Cuando meses más tarde, en un encuentro de productoras europeas celebrado durante la Berlinale, explicaban a diferentes distribuidores cómo habían realizado el documental, les tachaban de locos: nadie se embarca en una aventura similar sin el respaldo de una productora o subvenciones.
Y el proyecto vio la luz
Finalmente, tras meses de intercambio de emails e incontables llamadas aquí y allá, Javier y Miguel Ángel se toparon con Filmin y vieron como su filme pudo ser distribuído. ‘Harris Haare’ ve la luz desde ayer en esta plataforma digital, significando un gran paso para la pequeña productora Lovelight Films y un ejemplo para todos los jóvenes cineastas que están empezando: no hay que quedarse con los medios tradicionales, las nuevas vías de difusión dan nuevas oportunidades al cine.
Si quieres ver ‘Harris Haare’ en FILMIN, haz clic aquí.