(Sitges 2012) ‘John Dies at the End’ (‘John muere al final’)

Para muchos quizás el nombre de David Wong no signifique nada, no sólo es el protagonista del film (interpretado por un acertado Chase Williamson) sino el alias con el que se dió a conocer el escritor Jason Pirgin, creador de la web Cracked, lugar donde se empezó a difundir la novela que adapta la película de Don Coscarelli con el mismo título.

Un reto mayúsculo, no sólo por la complejidad de la novela original, sino también, por el hecho de respetar la libertad creativa que otorga la red, algo de lo que lamentablemente la industria cinematográfica estadounidense no puede presumir actualmente.

Sin embargo el veterano realizador americano, conocido por los fans del género fantástico (serie B) por la clásica saga de terror ‘Phantasma’ y a posteriori por esa locura bizarra llamada ‘Bubba Ho Tep’ (con el mítico Bruce Campbell interpretando a un decrépito Elvis) apostó por el proyecto desde el principio y además convenció a un excelente actor como Paul Giamatti, para que participará en labores de producción e interpretación.

John muere al final

Un historia bizarra como pocas

El argumento de ‘John at dies at the end’ no tiene desperdicio: Dave Wong (Chase Williamson), se reúne con el reportero Arnie Blandstone (Paul Giamatti) una noche en un restaurante chino vacío. Dave tiene una historia que contar sobre un licor intravenoso apodado “salsa de soja”, una droga capaz de otorgar la capacidad de ver a los muertos, o comunicarse a través del espacio-tiempo… algo que tanto Dave como su mejor amigo John experimentaron en primera persona.

Coscarelli utiliza todo su conocimiento del fantástico en gran parte, para parodiarlo…y es que el film funciona sobretodo en su vertiente más cómica, aunque es evidente la mezcla de géneros, y tanto el terror como la ciencia-ficción tienen cabida en el relato.

El resultado es dispar, si bien es cierto que mejora el resultado de su anterior film, ‘John muere al final’ juega contra los elementos,  principalmente al intentar trasladar desde la serie B, un serial de Internet que exigía más presupuesto (El CGI es muy pobre) y la cinta no acaba de ser redonda en gran parte porque obliga al espectador a entrar en el juego desde el principio, sabiendo que no hay normas y que las que hay pueden quebrantarse. Algo que sólo el público amante de género (y el de Sitges lo es) es capaz de asumir. No es una gran pega, y se compensa en gran parte al mencionado tono auto-paródico y a la entrega de sus intérpretes (tanto los novatos protagonistas, como los veteranos secundarios) que nos ofrecen un largometraje con los suficientes méritos para conseguir el calificativo de futura “cult movie” del fantástico.

John muere al final

Coscarelli busca una audiencia muy concreta

Aunque pueda parecer que el título del film es un gran “spoiler”que nos desvela el final, tanto Wong como Coscarelli lo utilizan hábilmente de pretexto para disfrutar hasta el fin de esta completa locura con drogas alucinógenas, viajes inter-dimensionales, monstruos alienígenas o fantasmas malhumorados.  Eso si… casi exclusivamente para estomágos agradecidos del género.

 

Mi puntuación: 6

 

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