Machete (2010) nos dejó a la mayoría un mal sabor de boca al querer ver la genialidad que Robert Rodríguez había logrado con el falso tráiler de ‘Grindhouse‘. Será por eso que he ido a ver su secuela en Sitges, ‘Machete Kills’, esperando un nuevo producto solo para fans y con poca enjundia. Afortunadamente, parece que Rodríguez tomó nota de los errores del pasado y esta segunda parte es, en muchas cosas superior a la primera.
‘Machete Kills’ empieza con fuerza: el protagonista, tras vivir una traumática perdida, es contratado por el presidente de los EEUU para que dé caza y captura a un peligroso jefe de los cartel mexicanos. La gracia del asunto es que el presidente es Charlie Sheen (o Carlos Estévez, su nombre real, como rezan los créditos) en un claro guiño al rol de su padre Martin en la serie ‘El ala oeste de la Casa Blanca’.
Esto es solo el principio de una película donde abunda el despiporre, los desmembramientos sin fin y el desfile de secundarios míticos. Sí, exactamente lo que ya vimos en la primera parte pero con un poco más de continuidad en un guión sin demasiada complicación pero con una trama bastante más trabajada.
Un reparto bestial encabezado por Mel Gibson
Al protagonista, Danny Trejo, a sabiendas de sus pocas cualidades interpretativas, Robert Rodríguez le da el papel más físico de la función mientras que las mejores frases y momentos de gloria se los deja a una retahíla de solventes actores de reparto: pelea como nadie la sensual y letal Michelle Rodríguez, hará aterrorizar a más de uno la dominatriz Sofia Vergara, arranca alguna carcajada la doble -¡o triple- personalidad de ese rival-aliado interpretado por Demián Bichir y se agradece un villano encarnado por Mel Gibson, mejor actor y más cómodo en su rol que en lo que en su día lo estuvo Steven Seagal.
Precisamente, con este villano y sus secuaces nos daremos cuenta de que ‘Machete Kills’, aunque sigue bebiendo del mejor (y peor) cine de serie B, expande sus referencias. Así, el malo malísimo es una especie de Doctor No vitaminado y el devenir de la historia es más propio del cine de acción convencional que de esas películas de cine de barrio.
Esto podría hacer que el filme perdiese frescura, pero ocurre justo o contrario: ‘Machete Kills’ sigue siendo tan trash como su primera parte, solo que ahora la realización está más cuidada, los cameos mejor dosificados y el argumento mejor conducido que en ‘Machete’.
Te gustará (si no esperas mucho de ella)
Yo, que fui a ver ‘Machete’ con ganas y salí del cine bastante decepcionada, reconozco que me he divertido bastante con ‘Machete Kills’. Quizá por las bajas expectativas que tenía o quizá, simplemente, porque Robert Rodríguez ha sido capaz de ir más allá del fan service (que lo hay, y mucho) y ha trabajado en un producto más redondo… cosa que ya sabíamos que era capaz de hacer.
Mi puntuación: 6.5