La llegada de Daniel Craig a la franquicia Bond resultó todo una agradable sorpresa para los fans del personaje de Ian Flemming en la magnífica ‘Casino Royale’, mérito de la misma, tuvo la mano del realizador Martin Campbell que también fue testigo de excepción en su momento en el apadrinamiento de Pierce Brosnan, en la mejor entrega de su época, con ‘Goldeneye’.
El Bond actual está muy distanciado del arquetipo e icónico de los 80 y 90, para convertirse en un prototipo de personaje del siglo XXI, más cercanos al mito anti-heroico, dando más profundidad al personaje y a su entorno, alejándose de una saga que había degenerado a un límite desagradable, basada en un exceso de secuencias cada cual más espectacular y a una pretenciosidad del producto en sí, más en la línea de ofrecer un videoclip de dos horas de marcas comerciales usando de pretexto un largometraje de acción.
Sam Mendes nos ofrece una gran versión de Bond
Eso sí, tras el paso atrás que resultó la pésima ‘Quantum of Solace’ (a la que evidentemente afectó la huelga de guionistas de Hollywood) temíamos lo peor, y que James Bond cayera en errores del pasado. Sin embargo, estamos de enhorabuena, ‘Skyfall’ coge el testigo de ‘Casino Royale‘ en el rol del Bond maduro y realista, incluso dando pasos adelante, adentrándose en la psicología del personaje y preocupándose del mundo que le rodea.
Es obvio que gran parte de el mérito es de Sam Mendes, un excelente director como ya había demostrado en films como ‘American beauty’, ‘Camino a la perdición’ o ‘ Revolutionary Road’, pero que muchos dudaban si tendría la entidad suficiente para llevar sobre sus hombros una superproducción de estas características… y vaya si lo ha conseguido.
¿De qué modo?, respetando el universo Bond, ya que el film no está exento de guiños al pasado del personaje y a sus queridos aliados/enemigos, pero a la vez no se acobarda en el ejercicio de reinvención continúa y de trastocar algunas de las bases éticas del agente secreto más famoso de la historia del cine.
Bardem vs Craig, duelo de altura
‘Skyfall’ es un título muy sintomático dentro de la saga, ya que se sujeta en el eje de la redención, donde brilla el trabajo de Daniel Craig en un personaje que por primera vez da síntomas de estar cansado y desfasado, y debe luchar consigo mismo para entrar encajar en un universo que se le escapa, el mundo los mercados, gobiernos a su servicio y en el auge de la tecnología, donde los individualismos poco importan y cualquiera es prescindible.
Un nuevo enemigo contra el que el agente 007 nunca se ha enfrentado. Este estilo crepuscular y extremadamente realista se aproxima mucho a las últimas entregas del caballero oscuro de Christopher Nolan, estilo que Mendes hace suyo con éxito y coloca como traje a medida en esta saga.
Daniel Craig está bien acompañado, pero mención especial merece la actuación de Javier Bardem como Silva, el villano de la historia (aunque en realidad es de “M”), todo un homenaje a los archi-enemigos a lo largo de la historia del personaje, pero está claro que Silva será recordado como un enemigo de entidad, interpretado por el actor español sin caer en la caricatura o la parodia.
Un auténtico animal despiadado, que se vislumbra como el némesis absoluto de Bond, su cara oscura, un “What if” de nuestro querido agente secreto, que tras ser desterrado y traicionado, toma una decisión completamente opuesta, buscando su redención en una lucha contra el sistema, convirtiendolo en caos, para servirse una dulce venganza ante la figura matriarcal y simbólica de M, vínculo que a su vez comparte con Bond.
Pese a un cierre irregular, gran filme de la saga Bond
Los problemas de ‘Skyfall’ también son reales y visibles, pero no demasiado graves, la complejidad y oscuridad de la que presume su trama, convive sin olvidar su estatus de “blockbuster” lo que desemboca en exceso de metraje, inusual para un film de la saga, por momentos el ritmo acelera y desacelera, y se resiente en su último acto en Escocia, donde el guión adolece de alguna que otra laguna. Además el film nos obsequia con una de las chicas Bond más insulsas de toda la franquicia, lbella Bérénice Marlohe, en compensación contamos con el notable trabajo de Judi Dench.
En conclusión, estamos ante uno de los mejores films de la saga (no el mejor), y sobre todo la confirmación de la madurez de la saga, con un Daniel Craig más cómodo en el rol de un 007 digno de esta era: compleja, confusa, oscura, cruda y con esa necesidad de héroes/personas capaces de ofrecer sacrificios aunque permanezcan en la sombra.
Mi puntuación: 7,5