El lenguaje cinematográfico, el que nos hace sentir, vibrar, emocionarnos con las películas, no ha cambiado demasiado desde los inicios del séptimo arte, desde que se usó por primera vez el primer plano. A lo largo de los años hemos asistido a toda una serie de mejoras técnicas y artísticas –sobre todo de las primeras-, pero la esencia más pura del cine, la que comparte una película de hace casi cien años y otra estrenada la semana pasada sigue intacta. Este concepto del cine como algo puro, algo que puede llegar de igual forma a públicos de todas las épocas, está muy presente en ‘The Artist‘.
En una época en la que triunfa el 3D, en dónde es difícil concebir un filme sin un gran despliegue visual y sonoro, en el que se aplican todas las mejoras de un siglo de experimentación, justo en esta época nos llega una película que es lo opuesto a todo esto, porque prescinde de lo que se supone que debe de ser el cine ahora, deja de lado sus capas de añadidos, y se queda con la esencia, con lo fundamental, con aquello que es el cine independientemente de época o lugar.
Muda y en blanco y negro, ¿y qué? No le basta más a Michel Hazanavicius para contarnos –y muy bien, por cierto- una historia sencilla, pero para nada plana, tremendamente efectiva y deliciosa. Cada plano cuenta, Jean Dujardin, Bérénice Bejo y el resto del reparto saben dar vida a sus personajes sin palabra alguna, cada música está estupendamente introducida. Viendo ‘The Artist’ eres consciente de que realmente se necesita poco para contar una historia o, sencillamente, transmitirle una idea o sentimiento al espectador.
Un relato de amor al cine, completamente atemporal
Me atrevo a decir que, si se dejan en la entrada del cine los prejuicios, ‘The Artist’ será disfrutada por todo el mundo. Y es que nos encontramos ante una tierna comedia, una historia de personajes con los que empatizaremos, un retazo de la historia de una época; esto es lo que prima en su visionado, más allá de la extravagancia técnica.
Como añadido, a todo aquel que se considere cinéfilo le encantará descubrir decenas de referencias a películas de todas las épocas: de ‘Luces de la Ciudad’ a ‘Cantando bajo la Lluvia’, de ‘Ciudadano Kane’ a ‘Alta Sociedad’ pasando por…mejor que lo descubráis por vosotros mismos en la sala de cine. Cierto es que si Hazanavicius quería hacer una película al modo de 1927 se ha tomado sus licencias y anacronismos, ¿pero acaso importa? Dudo que el autor buscase esa veracidad, es más, los momentos en los que se toma licencias temporales y técnicas funcionan a la perfección, y a la escena del sueño o a una en la que se usará música de Bernard Herrman me remito.
Ojalá se premie más a ‘The Artist’. Ojalá se premie el riesgo. De acuerdo, riesgo medido , pero eso también tiene mucho mérito, y es que Hazanavizius ha sido capaz de llegar al público mainstream con una película cuya apuesta formal es lo opuesto a lo que se ve actualmente ¡Bravo! ¡Larga vida al Cine!
Mi puntuación: 8
La película me pareció genial creo que fue una buena producción que permitió a los amantes del cine trasladarse a la época del cine mudo, hace poco la vi por HBO GO y me sorprende todo lo que transmiten los personajes con tan grandes actuaciones, maravilloso.