Con ‘X-Men: primera generación’, se corría el riesgo de agotar a una audiencia cansada de films de superhéroes, sin embargo 20th Century Fox, cumple con los pasos de manual que deben darse para reconstruir una franquicia, y además dejar al espectador satisfecho. En primer lugar, respetar el producto original, es decir, contar con Bryan Singer (el director de las dos primeras ‘X-Men’) para la toma de decisiones importantes, en labores de productor y guionista. Y desde luego esta película lleva el mismo A.D.N. que los films del realizador de ‘Superman: returns’ (incluso arranca con las mismas imágenes del pequeño Erik Lensherr en el campo de concentración), y mucho más alejada de las fallidas ‘X-men 3: la decisión final’ y ‘Lobezno: Orígenes’.
En segundo lugar dejarlo en manos de un nuevo talento como Matthew Vaughn, director que empezó con ‘Layer Cake’, destacó con ‘Stardust’, pero sobretodo acaparó la atención con otra adaptación de cómic, la novela gráfica ‘Kick Ass’, donde (a pesar de hacer una adaptación “sui generis”) realmente demostró maneras para coger las riendas de una saga golosa y a la vez tan complicada como la de los mutantes, y además darle una vuelta de tuerca.
Y en tercer lugar copiar una fórmula que funciona pero adaptandóla al estilo de la saga, como los nuevos films de ‘Batman’ de Christopher Nolan o incluso el “reboot” de la saga ‘Star Trek’ de J.J. Abrahams, cintas donde se toma a en serio al espectador y deja de lado el ruido y la pomposidad de los efectos visuales para trabajar desde una base en el que se hace una labor importante de personajes.
Nueva generación de mutantes y nueva generación de intérpretes
Y es que precisamente de los personajes vive ‘X-Men: primera generación’, con un más que correcto casting de mutantes (Emma Frost, Banshee, Bestia, Kaos, Darwin, Azazel, Ríptide, Ángel…) y destacando al veterano Kevin Bacon (como un gran villano encarnando al mutante Sebastian Shaw alias Rey Negro) a la joven Jennifer Lawrence (Mystica), pero sobretodo a los jóvenes Xavier y Erik (en un futuro Profesor X y su némesis Magneto) protagonizados por unos sensacionales y carismáticos James McAvoy (‘Expiación’) y Michael Fassbender (‘Malditos Bastardos’) que realmente llenan la pantalla con sus interpretaciones, y además dejando al margen el gran trabajo que hicieron en su momento Patrick Stewart e Ian Mckellen en los films originales.
Uno de los grandes aciertos del films es centrarnos en la historia de como la amistad de dos lideres, poco a poco se va erosionando debido a una distancia ideológica en torno a la existéncia, el sentido y porvenir de la raza mutante (encarnan perfectamente en su momento la diferencia ideológica de reivindicaciones sociales de Martin Luther King y Malcom X).
Esto además sumado a la inteligente propuesta de ambientarlo contextualmente, originalmente en la segunda guerra mundial y posteriormente durante la época de la guerra fría, lo que ayuda al realizador entre conflicto y conflicto a proponer una interesante mezcla de géneros (político, aventuras y espías), que gracias a un excelente montaje dinamiza el conjunto. También destaca la brillante dirección de Vaughn donde las secuencias de acción son gratas acompañantes (¡y se entienden!), detalles importantes que le convierten en un producto ágil pero a la vez consistente.
Una cinta destinada a los fans y al público joven
Sin embargo esta indefinición a veces perjudica al film, sobre todo cuando gira hacia la comedia, y cuando a pesar de las buenas intenciones de incidir en la psicología de los personajes, se cae en las lineas de diálogo más propias de serie adolescente que de un film adulto de superhéroes. Se entiende que desde luego el film lanza un guiño al público más joven y sobre todo, al “fan/freak”, mensaje que funcionó en ‘Kick-Ass‘ pero que en ‘X-Men’ por momentos descontextualiza al espectador. Sin embargo son pequeñas sombras que no tapan la notable labor de los guionistas.
El gran mérito de esta “primera generación” es que, a pesar de que como precuela, conocemos perfectamente que vamos a ver y hacia donde nos dirigimos, no cae en el error de mostrarnos más envoltorio que regalo y no deja de ser un film entretenido y la vez emocionante, y sin perder la esencia de los primeros films de Bryan Singer, abanderados como la anterior generación de películas de héroes de cómic, revitalizándola y despertando la curiosidad de hacia donde nos lleva esta nueva franquicia. ¿Habrá Patrulla-X para rato?, creemos que si.
(Atención a los excelentes cameos)
Mi puntuación: 7,5