Iron Man 3. Opinión.

 

Iron Man 3

 

Si hay un superhéroe Marvel al que le ha sentado bien su traslado a la gran pantalla, ese ha sido Iron Man. No sólo tiene la saga más potable de todas, sino que además fue la estrella indiscutible de ese “All Star Game” llamado ‘Los vengadores’. Mérito del carisma que desprende continuamente Robert Downey jr,  al que la interpretación del magnate megalómano Tony Stark (A.K.A Iron Man) le ha sentado siempre como anillo al dedo.

Como recordamos sus dos primeras partes dirigidas por Jon Favreau, fueron un éxito comercial a nivel mundial, y aunque no fueron grandes películas (especialmente ‘Iron Man 2‘): personajes estereotipados, ritmo irregular… nos situaron de lleno en el universo del personaje para conocer su idiosincrasia y sus conflictos (además de ver algunas de las escenas más espectaculares del cine de acción moderno). Virtudes suficientes que lo convirtieron en el referente a seguir por el Universo cinematográfico Marvel (después de la abdicación del “trepamuros” tras la desastrosa ‘Spider-man 3’).

 

Captura de 'Iron Man 3'

 

Una historia más madura

¿Y a la tercera, cayó el mito? No del todo. A pesar de que al superhéroe ya no le acompañan las pegadizas y enérgicas melodías de AC/DC (¡grave error!), en esta tercera entrega se apuesta por la caída del héroe de cómic, humanizando del todo a un personaje mermado y traumatizado después del incidente en Nueva York en la citada ‘Los Vengadores’.

Una decisión inteligente por parte del nuevo director (y guionista) de la franquicia: Shane Black, conocido por escribir algunos libretos de clásicos del cine de acción como ‘Arma Letal’, ‘El último Boy Scout’ y ‘El último gran héroe’ (se nota su pluma) además de ser realizador de ‘Kiss Kiss Bang Bang’ filme que también contaba con Robert Downey Jr, en el reparto.

No sólo eso, también Black se desenvuelve mejor que su antecesor tras las cámaras, ofreciendo un producto que continúa la línea argumental y estética de las anteriores películas pero profundizando bastante más en los sentimientos de un Tony Stark. Somos testigos de un personaje preso de sus éxitos, ahogado en su propia gloria y capaz de salvar al mundo pero incapaz de mantener una relación amorosa. Todo ello aprovechando la faceta más dramática de un Downey jr. que si bien se le nota cansado del personaje (veremos que pasa con ‘Los vengadores 2’…) no le resulta complicado realizar una brillante interpretación sobre la se centra toda la cinta.

 

Robert Downey y Don Cheadle

 

Película de superhéroes para bien y para mal

‘Iron Man 3’, tiene tiempo para juguetear con géneros cinematográficos. Desde un “mix” de escenas que nos recordaran al cine de James Bond e incluso a las “Buddy Movies” policíacas de los ochenta, con el dúo Iron Man/Stark/Downey Jr. – Iron Patriot/ Rodhes/Cheadle. Y es que en esta tercera parte se saca provecho como nunca de los secundarios, desde el propio Don Cheadle, Gwyneth Paltrow, Ben Kingsley hasta Guy Pearce tienen sus momentos para el lucimiento y la diversión.

Pero evidentemente no todo son virtudes en esta secuela. Si bien son destacables sus aciertos, también es cierto que el filme cae en errores del pasado: el desarrollo en su parte central, es más bien tosco y su último tercio, si bien no es anti-climático, falla en la fórmula de mostrar el profundo y caro fondo de armario del Superhéroe. La posterior traca final de efectos especiales no acaba de ser del todo convincente, además con un enemigo final de manual, diálogos algo trillados y algunos recursos argumentales demasiado vistos.

 

Gwyneth Paltrow en Iron Man 3

Una secuela por encima de la media de Marvel

Aunque para ser sinceros estas sombras no tapan lo que es ‘Iron Man 3’: una más que decente secuela, que no desmerece en absoluto a la saga, que eleva el nivel de la media de las ‘Marvel filmes’ (que no es demasiado alto, por desgracia…).

En definitiva cinta que sabe sacar provecho de un personaje que creíamos ya desgastado. Además aplaudimos esa leve crítica a un patriotismo tan vacuo, siempre agitando la bandera del bien y tan dispuesta a la hora de etiquetar a la ligera a héroes y villanos. Actitud a su vez tan explotada hasta la saciedad por el cine de acción de Hollywood, incluso, irónicamente, por el mismo propio film.
 

Mi puntuación: 6,5

 

 

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